VIGILANTE DE SEGURIDAD CONSIGUE LA INCAPACIDAD PERMANENTE TRAS 6 AÑOS DE PROBLEMAS LUMBARES

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VIGILANTE DE SEGURIDAD CONSIGUE LA INCAPACIDAD PERMANENTE TRAS 6 AÑOS DE PROBLEMAS LUMBARES

Un vigilante de seguridad español ha logrado obtener el reconocimiento de una
incapacidad permanente total después de seis años de batalla administrativa y
judicial. Este caso, resuelto a finales de 2023, pone de manifiesto las considerables
dificultades que enfrentan numerosos trabajadores en España para conseguir el
reconocimiento oficial de sus limitaciones laborales por motivos de salud, un proceso
que frecuentemente se alarga durante años.

El trabajador inició su periplo en diciembre de 2017, cuando causó baja por
incapacidad temporal debido a patología lumbar, recibiendo el alta casi dos años
después, en noviembre de 2019, sin reconocimiento de incapacidad permanente. En
noviembre de 2020, apenas un año después, volvió a solicitar otra baja por la misma
patología, permaneciendo en esta situación hasta abril de 2022. En mayo de ese mismo
año, el vigilante comenzó el procedimiento para solicitar la incapacidad permanente.

A pesar del detallado informe médico emitido en octubre de 2022, que documentaba
dolor lumbar post artrodesis, discopatía y limitaciones significativas en la movilidad del
tronco, el Instituto Nacional de la Seguridad Social denegó el reconocimiento de la
incapacidad permanente total. La Dirección Provincial del INSS de Palencia consideró
que las lesiones no eran suficientemente incapacitantes, decisión que mantuvo incluso
tras la Reclamación Previa presentada por el trabajador.

La vía judicial como último recurso para obtener la incapacidad

Ante la negativa del INSS, y respaldado por los abogados especializados en incapacidad
laboral de 'Fidelitis', el trabajador decidió acudir a los tribunales en febrero de 2023.
Presentó una demanda solicitando el reconocimiento de una incapacidad permanente
absoluta o, subsidiariamente, total derivada de enfermedad común. Tras analizar el caso,
la magistrada falló a favor del demandante en diciembre de 2023, reconociéndole una
incapacidad permanente total.
La sentencia favorable implica que el vigilante tiene derecho a percibir una pensión
equivalente al 55% de su base reguladora, establecida en 1.592,24 euros, con efectos
retroactivos. Este reconocimiento llegó cuando el trabajador tenía 58 años, habiendo
comenzado su batalla legal con 52 años, lo que demuestra el largo y arduo camino que
supone este tipo de procesos.

El procedimiento de solicitud de incapacidad permanente en España

En el sistema español, todas las solicitudes de incapacidad permanente deben iniciarse a
través del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Sin embargo, cuando este
organismo rechaza la petición inicial, los trabajadores pueden recurrir a la vía judicial
para defender sus derechos, como ocurrió en este caso. Este proceso suele ser largo y
complejo, requiriendo asesoramiento jurídico especializado.
Los expertos de 'Fidelitis' señalan que este caso es representativo de una situación
generalizada en España, donde muchos trabajadores con limitaciones reales para

desempeñar sus funciones laborales se enfrentan a obstáculos administrativos
significativos. La vía judicial se convierte, en muchos casos, en la única alternativa
viable para obtener el reconocimiento de derechos que administrativamente son
denegados.

Tipos de incapacidad permanente reconocidos en España

El sistema español contempla diferentes grados de incapacidad permanente. En este
caso, se reconoció una incapacidad permanente total, que implica que el trabajador no
puede realizar su profesión habitual pero podría dedicarse a otra actividad. Existe
también la incapacidad permanente parcial, que supone una disminución no inferior al
33% en el rendimiento laboral, y la incapacidad permanente absoluta, que imposibilita
cualquier tipo de trabajo.
El vigilante de seguridad solicitó inicialmente una incapacidad permanente absoluta,
pero le fue concedida la total, lo cual es un resultado positivo aunque no cumpla
totalmente con sus expectativas iniciales. Esta pensión le permitirá mantener unos
ingresos mientras se adapta a su nueva situación laboral, pudiendo potencialmente
desempeñar otras actividades compatibles con sus limitaciones físicas.

¿Qué requisitos se necesitan para obtener una incapacidad permanente?

Para acceder a una pensión de incapacidad permanente en España se deben cumplir
varios requisitos. En primer lugar, es necesario presentar limitaciones anatómicas o
funcionales graves que reduzcan o anulen la capacidad laboral. Estas limitaciones
deben ser previsiblemente definitivas o, al menos, de larga duración.
Además, generalmente se requiere un período de cotización mínimo, que varía según la
edad del solicitante y el origen de la incapacidad (enfermedad común, accidente no
laboral, accidente de trabajo o enfermedad profesional). En casos de accidentes
laborales o enfermedades profesionales, no se exige período previo de cotización,
facilitando así el acceso a esta prestación para quienes han sufrido daños en el
desempeño de sus funciones.
El procedimiento habitual implica una evaluación médica exhaustiva por parte de los
profesionales del INSS, quienes determinan si las lesiones o enfermedades cumplen con
los criterios establecidos en el cuadro de valoración de incapacidades. Este proceso
evaluativo es precisamente el que, en muchas ocasiones, genera discrepancias entre los
solicitantes y la administración, derivando en procesos judiciales como el descrito.

El impacto de las enfermedades lumbares en la capacidad laboral

Las patologías lumbares, como la que afecta al protagonista de esta noticia, representan
una de las causas más frecuentes de incapacidad laboral en España. Según datos del

Ministerio de Trabajo, los trastornos musculoesqueléticos suponen aproximadamente el
38% de las bajas laborales, siendo las dolencias de espalda especialmente prevalentes en
profesiones que requieren esfuerzo físico o posturas mantenidas.
En el caso de los vigilantes de seguridad, las largas jornadas de pie, la necesidad de
realizar rondas y, en ocasiones, intervenir físicamente en situaciones de seguridad
comprometen gravemente su salud cuando padecen problemas lumbares. La artrodesis
lumbar que presentaba este trabajador, junto con la discopatía y las limitaciones en la
movilidad, son incompatibles con las exigencias físicas propias de esta profesión.
Los especialistas médicos señalan que estas patologías tienden a cronificarse y
empeorar con el tiempo, especialmente cuando el paciente continúa realizando
actividades que aumentan el estrés sobre la zona afectada. Por ello, el reconocimiento
temprano de la incapacidad no solo es un derecho del trabajador, sino también una
medida preventiva para evitar el agravamiento de su condición médica.

Fuente: diariodesevilla.es

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