Estimad@s compañer@, simpatizantes y amig@s,
Tod@s aquell@s que desempeñan las funciones de Vigilantes de Seguridad, ya sea durante un largo o corto período de tiempo, son conscientes de la poca o escasa empatía que les procesan tanto los Poderes Públicos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los medios de comunicación, así como la opinión pública entre otros.
Queda el consuelo de la empatía y respeto que si se recibe y percibe, no siempre pero si en la gran mayoría de casos, de aquell@s personas que a diario se encuentran con est@s al acudir a sus centros de trabajo, como sería el personal sanitario, de la Administración de Justicia, Sedes y edificios de las distintas Administraciones Públicas, etc….
Pero lo que es más serio y preocupante es el olvido por parte de la actual cúpula del Ministerio del Interior, que no difiere, lamentablemente, de la de otras anteriores.
Para muestra una botón, la actual Ley de Seguridad Privada, aprobada en el año 2014, aún no ha sido desarrollada por Reglamente alguno, siendo el Reglamento del año 1992, el que aún está en vigor, con la consiguiente falta de actualidad y mejora en muchos de los aspectos que venían recogidos en dicha Ley, y que claramente ya han quedado obsoletos para los tiempos que corren.
Sobre este respecto hay que recordar que el actual Ministro del Interior fue nombrado en junio del año 2018, y durante los últimos seis años le correspondería a su cúpula haber desarrollado el Reglamento de Seguridad Privada, hecho este que, penosa y lamentablemente, a día de hoy aún no se ha producido.
El Sector de la Seguridad Privada viene reclamando desde hace tiempo unos cambios y mejoras, (véase tema de la Uniformidad, o de la mejora de la protección jurídica de sus trabajador@s), debido en gran parte a los cambios legales, sociales y tecnológicos que se han venido produciendo a un ritmo veloz en estos últimos tiempos.
Por sacar algo positivo al hecho de que no se haya aprobado aún el nuevo Reglamento, esperamos que la cúpula Ministerial haya recogido y aceptado algunos de los cambios y mejoras reclamadas, sobre todo, la solicitud de dotar a tod@s l@s Vigilantes de la protección jurídica suficiente para que todas las agresiones físicas o verbales cometidas sobre ell@s sean sancionadas como es debido., con fuertes multas coercitivas y penas de prisión.
Por otra parte, es preocupante y desalentador ver, oír y escuchar, tanto en los principales medios de comunicación como en la boca de much@ políticos asuntos relacionados con la Seguridad Pública, o reivindicar mejoras para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a lo que nos sumamos siempre, pero no escuchar nunca o casi nunca propuestas o reivindicaciones a favor de la Seguridad Privada.
A este respecto, es actual la reivindicación que se viene manifestando al respecto de que a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se les convierta en profesión de riesgo, y es decepcionante que no se mencione ni una vez a l@s Vigilantes de Seguridad, l@s cuales realizan funciones y se encuentran en situaciones peligrosas similares a las que se pueden encontrar dichas Fuerzas de Seguridad.
De todos modos, esperamos que ya a la mayor brevedad posible se apruebe el nuevo Reglamento de Seguridad Privada, acorde a estos nuevos tiempos, y que esta irresponsable y larga espera nos haya merecido algo la pena, y salgamos de una vez del olvido y ostracismo por parte del Ministerio del Interior.
MÁS DIGNIDAD Y MEJORAS PARA LA SEGURIDAD PRIVADA YA
